sábado, 14 de febrero de 2009

Y...

Y cuando todo parecía oscurecer, pues sí, se oscureció. Las apariencias nunca engañan, somos nosotros los que nos engañamos, no lo olvidemos. Sin embargo, aunque oscureció, ¿quién dijo que eso era malo? La vida no puede, es maravillosa, y eso que conste que lo decimos sin compararlo con otra, luego tiene que ser maravillosa por sí sola, cosa de por sí maravillosa.
No es mi intención liar, sino hacer pensar un pelín, no más. Las cosas no son como están establecidas, las cosas se establecen día a día.
No más que decir, me despido.
Si queréis que escriba más, haced lo mismo, yo escribo, pero no aquí... luego...

viernes, 2 de enero de 2009

Ains...

Me encantaría que tú, Ague, vinieses a verme por aquí, te escribiría muchas cosas, te diría dónde he dejado escritos a ti dedicados, pero primero has de llegar hasta aquí, espero que no tarde...

viernes, 10 de octubre de 2008

Je t´aime

Y si te digo, Águeda, que no paro de pensar en ti? Y si te digo que cuando me hablan de Cleopatra, pienso en ti (esque fue una mala perzona, jeje) y si te digo que soy yo... al fin y al cabo por ti?
Un beso, ahora te pido un beso, un beso sobre un puente, bajo la noche, quizás entre la lluvia, este fin de semana. Un beso, qué quieres que te dé, por un sólo beso, por un beso solo?

Je t´aime...

martes, 7 de octubre de 2008

8884843

Venga Águeda, estás cerca, te falta poco, te estoy esperando ansioso. Sé que no tardarás...
¿Sabes una cosa? La gente no confía en mí tanto como yo ahora lo hago, y eso me anima a seguir adelante. Como le decía siempre a Diego: Venceremos... Pues eso mismo, al final todo se puede si se pone todo de tu parte. Y sabes qué? Lo estoy poniendo, y cuando todo cuesta más y aún así sigo, me digo: lo estás haciendo bien, adelante. Te quiero Águeda, gracias por ser como eres, espero verte esta tarde... 8884843

domingo, 28 de septiembre de 2008

Amazonas


Aquella tarde, cuando sólo estábamos tú y yo y comenzó a llover ¿lo recuerdas? Y entre aquella espesura de selva amazónica correteaban los animales, volaban aquellas extrañas aves, y la brisa susurraba entre dientes su lengua desconicida y siniestra. La noche empezaba a caer y el frío helaba nuestros cuerpos. Indecididos, sobresaltados, acordamos cobijarnos bajo aquel gran árbol, junto a aquel manantial, entre todo aquel mundo de fantasías y leyendas que tan diferente era del nuestro...

Bienaventurad@s

Muy buenas a todos (los pocos) que me leeis, sigue lloviendo y aún tengo ganas de escribir más. Creí que no volverían esos tiempos en los que uno no para de escribir, pero parece ser, que sólo necesitaba esperar atento, al momento en el que saltara la chispa, y no dejar las palabras en mi mente. Ahora salen, solas, decididas, dispuestas a hacer llorar, reir. Por fin, después de tanto tanto tiempo, vuelven mis letras, mis queridas letras. ¿Qué males habrán pasado a solas, qué de infortunios? Pero tranquilas, ya estáis aquí de nuevo, en vuestra casa, con vuestro padre, ya no tenéis que temer nada, ya os protejo yo.
Y así respirarán el cielo azul, y cogerán para sí caladas de la vida, y poco a poco, hasta que sus formas se disipen vivirán dignas, orgullosas de ser quienes son. Y aunque a veces me sienta inseguro con ellas, ya me asegurarán con el tiempo, pues tanto aprendo yo como ellas, tanto ellas como yo enseñamos lo que aprendemos.
Poco a poco, sin prisas....

Y tú, que me lees, Alba, seguramente, gracias por pasarte por aquí.
Y tú que me lees, porque has seguido mis pistas: Bienaventuradas las que se atreven, porque de ellas será el futuro. Bienaventurados los que se atreven, porque ellos, no temerán al pasado.
Quizás de un día a otro sea demasiado rápido, pero la verdad es que todo se ve distinto cuando llueve y mi mente se deja relajar. Hoy todo es posible, hoy todo está al alcance de un: si, puedo o: si, quiero. Todo, absolutamente todo, desde escalar lo más alto conocido, hasta atreverse a lo más extraño aún por conocer.

Quizás sea el saber que tardarás en encontrar este blog que quizás nunca te confiese.